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VIAJA SOLIDARIO, VIAJA DIFERENTE

06/07/2018

El turismo solidario, que promueve una forma de viaje que además de apreciar los atractivos del país que se visita permite colaborar con el desarrollo de sus habitantes, es una alternativa que poco a poco gana adeptos en España.

Suelen ser viajes para pequeños grupos, a cuyos integrantes se les brinda la oportunidad de conocer nuevas realidades, culturas, costumbres y tradiciones o probar la comida típica de cada lugar, a cambio de colaborar en los trabajos de la comunidad anfitriona.

En España, Pandora AIPC, SODEPAZ, Solidaridad Internacional, SETEM y Asamblea de Cooperación por la Paz, son algunas de las organizaciones que ofrecen esta alternativa.

El programa de vacaciones solidarias que propone la ONG Solidaridad Internacional ofrece la posibilidad de conocer de primera mano el Proyecto de Desarrollo Rural Integral en Gracias (Honduras), colaborar en proyectos en marcha en la ciudad de La Paz (Bolivia) o compartir experiencias con indígenas de Saraguro en Ecuador. También ofrece colaborar en labores de pintado y ayuda en la rehabilitación de edificios sociales en Guanabacoa (Cuba).

La ONG Setem Catalunya organiza rutas solidarias a países como Perú, Brasil, Nicaragua, Chiapas (México), Guatemala, Marruecos, Malí, Nepal, India y Senegal. SODEPAZ ofrece proyectos de turismo a destinos como la provincia de Imbabura en Ecuador, la provincia de Tacuarembó en Uruguay y otro de sus programas está en Brasil para conocer el Movimento dos Trabalhadores Rurais sem Terra (MST).

Los viajeros solidarios son principalmente gente joven, de entre 20 y 35 años, aunque también se da otro perfil, de personas mayores de 45 años. En su mayoría son personas de clase media-alta, de profesiones liberales, relacionadas con la educación y con una cierta conciencia social, aunque sólo un tercio está vinculada directamente con el mundo del voluntariado y las ONG.

Los destinos más demandados el verano pasado fueron Perú y Cuba y el objetivo es que el turista se sensibilice con la realidad de esos países y comparta experiencias nuevas con las comunidades visitadas, para después poder transmitirlas. No obstante, es difícil que los turistas puedan colaborar directamente con los proyectos de desarrollo que se llevan a cabo en la zona, ya que son grupos pequeños y de carácter heterogéneo, formado por unas 15 personas, con formaciones diferentes y condiciones distintas y no todas con formación en cooperación al desarrollo.