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MITOS DE BELLEZA, ¿VERDADEROS O FALSOS?

21/01/2020

Desde pequeñas los hemos estado escuchando una y otra vez. Nuestra madre, la mejor amiga, las amigas de nuestras amigas e incluso a través de los medios de comunicación. Mitos y más mitos de belleza que muchas veces hemos creído y otras nos hemos resistido a pensar que eran ciertos. Pero la verdad es que, la mayoría de ellos no son más que leyendas urbanas, creencias sin ninguna base que hoy queremos desmitificar en este artículo.

Y es que, la estética personal es un campo que siempre ha dado lugar a numerosos mitos. Sin embargo, gracias a los nuevos avances muchas de esas afirmaciones ya se han desterrado. ¿Estás preparada? Hoy te mostramos qué hay de verdad detrás de cada una de esas leyendas de la belleza.

1. Los cosméticos tienen fecha de caducidad
Esta es verdadera. Los productos y cremas tienen fecha de caducidad. El paso del tiempo, un mal uso o guardarlos en un lugar inadecuado pueden dejarlos en mal estado. La duración de estos productos en buena estado suele ser de cinco años como máximo, después su color o su textura cambia y no debes utilizarlos, podría provocarte alergias.

2. Limpiar la piel solo al maquillarte                                                                                                                      Rotundamente falso. Debes hacerlo cada día, aunque no te hayas maquillado, porque en el aire existen residuos (toxinas, humo, polvo) que debes eliminar y que si, no lo haces, pueden obstruir los poros de tu piel.

3. Los maquillajes de larga duración resecan la piel                                                                                                Otro mito falso. Con el avance y la innovación los cosméticos actuales ya incorporan principios activos hidratantes y enriquecidos que, además de maquillar, actúan incluso como tratamiento de belleza sin resecar la piel.

4. Beber agua basta para tener la piel hidratada                                                                                                  También Falso. Es un buen hábito para mantener una buena hidratación interna, pero la piel necesita también hidratación externa y diaria. Por eso, no debes abandonar tu crema hidratante ni tus tratamientos habituales en tu centro de belleza si quieres evitar la sequedad.

5. Hacer deporte elimina la piel de naranja                                                                                                             Otro mito falso. Hacer ejercicio es necesario por los beneficios que aporta para nuestro organismo, pero tenemos que realizar otros cuidados para evitar la llamada 'piel de narajanja'. Por eso, evita los cambios bruscos de peso, bebe mucha agua para eliminar toxinas y sigue regularmente un tratamiento cosmético específico para disolver grasas.

6. La piel morena necesita poca protección frente al sol                                                                                          Uno de los mitos más falsos más extendidos. La piel, aunque sea oscura, sufre los mismos efectos nocivos de los rayos ultravioleta, aunque no sufra quemaduras con tanta facilidad, pero necesita protección solar para evitar el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas. La piel tiene memoria.

7. La depilación láser acaba definitivamente con el pelo                                                                                      Depende. Cada mujer es diferente y los resultados pueden no ser iguales en unas y otras o dependiendo de la zona. Lo que es cierto es que este método consigue debilitar el pelo pero, pero también puede suceder que en diez años nos vuelva a salir (aunque sea muy finito) vello.

8. Depilar mucho las cejas afea la mirada                                                                                                              Verdadero. No debemos abusar mucho de una depilación agresiva. Lo correcto es eliminar con una pinza adecuada los pelos que desdibujan vuestra mirada. Si tomamos el hábito de depilar nuestras cejas con frecuencia de forma agresiva, con el tiempo el vello podría no volver a crecer.